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Mundos paralelos







" (...) traen al personaje fantástico a la realidad, se visten como él, hablan como él e incluso tienen una actitud parecida a la que se maneja en la psicología del mismo."  

Limón Ravelo Laura Herminia


¿Qué son esas cosas raras? Dijo un niño – Alebrijes- contestó su madre, segura de que estaba viendo el desfile que se dirigía esa tarde al Monumento a la Revolución pero no se percató que la mirada de su hijo se dirigía al grupo de cosplayers, con atuendos extravagantes y raros por demás.

Numerosos seres iban llegando a la cita, desde “Naruto” con sus artículos bien representados y su singular cabello amarillo de picos pronunciados hasta una especie de soldado metrosexual que no dejaba de maquillarse cada cinco minutos cubriendo su cabeza con una peluca un tanto desastrosa y azulada que después fue envidiada por otra joven espectadora.





La gente comenzaba a llegar y al parecer poco estaba listo para que la fiesta en el Pasaje América diera inicio, organizada por Inugami-nova, una empresa que se dedica a este tipo de eventos pues de acuerdo con una de las organizadoras, prefirió no dar su nombre, se realizan dos por año, una en marzo y ésta es la segunda. No entramos hasta que el guardia de seguridad se metió en su disfraz de guardián de la entrada pero también de la noche.

Mucha gente no sabe qué es un cosplay, pues ellos son personas aficionadas al anime o manga, esto es caricaturas o cómics japoneses de donde obtienen personajes favoritos y los representan. Es decir, traen al personaje fantástico a la realidad, se visten como él, hablan como él e incluso tienen una actitud parecida a la que se maneja en la psicología del mismo.


Es divertido ver la variedad de seres que son traídos de la ficción a visitar el planeta Tierra y además a qué parte de él. En el evento vendieron comida china, los personajes intercambiaron fotos entre ellos, los más valientes se presentaron en japonés, parte del staff del evento no paró de tomarles fotografías ni de filmar mientras el DJ se lucía poniendo la melodía hecha por él con su consola a base de notas de videojuegos.

Una chica cantó, poco importó, lo que en realidad todos ellos esperaban era poder ver al equipo que sería finalista para ir a concursar a Japón, con actuaciones frustradas, pocas ganas y entre fallas técnicas todo comenzó; como era de esperarse el más aclamado se llevó el premio. Y así declinó la tarde de seres fantásticos que no necesariamente viven fuera de nuestro mundo.







Posted by Laura H. on 23:04. Filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. Feel free to leave a response

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